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MARATÓN DE SANTIAGO 2022

  • Foto del escritor: Andrés Barraza
    Andrés Barraza
  • 16 may 2022
  • 4 Min. de lectura

TESTIMONIO PRIMER MARATÓN. PABLO VERGARA (42K)





Race Report. Maraton de Santiago. 08-05-2022



Esta historia parte hace 4 años, cuando se me ocurrió la locura de inscribirme en la Maraton de Santiago 2019, la cual se suspendió y se movió para el año siguiente y el siguiente y el siguiente; llevándose a cabo finalmente este domingo recién pasado.

No voy a decir que entrené todo este tiempo a conciencia; tuve mis altos y bajos en la motivación para hacerla; la locura ya se me había pasado y me había vuelto la sensatez. Voy a correr 42 kms? Solo en pensarlo me asustaba y preocupaba, pero en Enero del 2022; después del ironman de Pucón, dije vamos; y vamos con tod


o.

La meta estaba clara; quería terminar bien y quería hacer menos de 3: 30 hrs. El plan de entrenamiento partió ese mismo mes, con otro half ironman entre medio (Challenge Puerto Varas a mediados de Marzo) y con ganas de mejorar el ritmo de trote; lo cual se logró con creces gracias al coach Andres Barraza y al equipo de Bucle.

Vamos a la carrera. Viaje a Santiago por el fin de semana desde Puerto Varas; llegamos el Viernes tarde directo a dormir, el plan era correr un poco el Sábado para bajar la ansiedad, pero el cuerpo quiso descansar más de lo planeado y el día avanzaba; había que ir a la expo a buscar el kit y volver a un almuerzo con las amigas de mi señora. Fui mateo y cumplí con el plan de alimentación; un paquete de pastas frescas con una porción de salmón; harta agua durante el día, pero sin pasarme para no estar sobre hidratado al día siguiente. En la noche, nuevamente un paquete de pastas; esta vez solo con aceite de oliva y sal, y a dormir: eran casi las 23 hrs y tenia que descansar bien. Domingo, 5:45 hrs suena la alarma y vamos arriba; hoy corro los 42 kms.

Todo fue más lento de lo que hubiese querido; pero creo que me ayudo bastante. Su buen desayuno con pan con jamón y queso, su cafecito y un gran vaso de agua. Salí hacia el metro, y me demoré harto en llegar al Parque O´higgins; eran las 8:01 y la carrera partía a las 8:30. Llegue directo a la foto grupal y al calentamiento; me saco el poleron, una rápida pasada por el baño y Marcial me espera para que vayamos al encajonamiento. Grave error el llegar tarde, porque quedamos muy atrás; fue un desgaste de energía (y tiempo) que nos duro hasta el km 26.

Parte la carrera y empieza a moverse la gente; estamos tan atrás que recién cruzamos el arco a los 3 minutos de que haya partido el tiempo. Y aquí parte el primer desafio; no apurar y mantener el ritmo de 4:50 min/km los primeros 3 kms. Pasábamos y pasábamos gente, preocupados siempre de no apurar el ritmo y muy atentos a la ruta. Con Marcial habíamos estudiado harto el recorrido (él harto más que yo), y teníamos claro los sectores donde podíamos apurar un poco más y donde teníamos que guardar por el desnivel. Así nos fuimos hasta que llegamos al polo; km 27 aprox, donde partía “la bajada” y se me escapa el partner. A la altura del km 30 me encuentro con el coach que da animos, me confirma que voy bien con el ritmo y que mi partner va unos 50 metros más adelante. Sigo mi ritmo y muy concentrado en no apurar ni frenarme; concentrado en cumplir los 40 minutos entre cada gel y por cada punto de abastecimiento, tomar un vaso de agua y uno de gatorade. Ya en el km 32 veo a MG más cerca; mantengo mi ritmo y al pillarlo me dice que esta medio contracturado, que siga. Vamos que queda lo ultimo.

Estos últimos 10 kms fueron de pura cabeza; seguir al ritmo y no aflojar. Las ganas de parar (a respirar, elongar o ir al baño) no me ganaron, mantuve la mente en seguir adelante, descontando cada kilometro para llegar al final. Kilometro 38 me topo con unos amigos que habían corrido los 21, me dan ánimos y uno de ellos me acompaña hasta la entrada del parque. Me pregunta como voy, ahí miré el reloj y se lo muestro; “voy muy bien” le dije. Voy a bajar las

3:20 hrs; trato de apurar un poco el ritmo pero ya el cuerpo iba en piloto automático y no fui capaz de acelerar.

Termine la maratón de Santiago en 3 hrs y 17 minutos; contento de haber terminado bien y con el pecho inflado del orgullo y satisfacción que sentí de haberlo logrado. Todo gracias a una planificación meticulosa; no solo de la carrera sino que del plan de entrenamiento que partió meses atrás. Agradecido de mi familia que me dio el tiempo para practicar y preparar esta locura; mi señora e hijas que estaban esperándome en el km 28 y mis padres en el km 24. Agradecido de toda la gente que apoyaba durante el recorrido, del clima que acompaño (fue como correr en casa) y de la producción de la carrera; ya que sentí que estuvo todo impecable.

Se puede, si; se puede correr una maratón y no morir en el intento. Mi consejo; tener un buen plan de entrenamiento y seguirlo lo más posible. Escuchar al coach y al cuerpo; entrenar la cabeza, porque es un factor muy importante para esta carrera, y disfrutar todo el recorrido.

 
 
 

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